18.2.10

LA PELÍCULA DE LA ABEJA MAYA EN LA PRESENTACIÓN DE LA MALLA CURRICULAR

Es de conocimiento público la calamitosa situación por la que atraviesa la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP). Una crisis que refleja la situación en la que se encuentran las escuelas superiores de arte en el Perú.

El artista visual, y egresado de esta escuela, Lalo Quiroz hace un agudo y pertinente análisis de lo que fue la reciente presentación de la malla curricular de este centro de estudios. Evento que lejos de ser el precedente de lo que podría ser el inicio del cambio en esta institución dejó dudas y malestares entre los asistentes, en su mayoría alumnos y egresados.

A continuación copiamos el imprescindible texto que ha hecho circular Quiroz.

LA PELÍCULA DE LA ABEJA MAYA EN LA PRESENTACIÓN DE LA MALLA CURRICULAR DE LA ESCUELA DE BELLAS ARTES

El viernes último se expusieron, en el auditorio de la sede principal de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), los diferentes lineamientos y aspectos técnico-teóricos que fundamentan la nueva malla curricular. La Comisión encargada de elaborar dicha malla y de la exposición estuvo integrada por Herbert Rodríguez Huachín, Guillermo Cortés Carcelén, Miguel García Núñez, Amelia Pacheco Vásquez y Liliana Melchor Galván.

A pesar de que la convocatoria hacía referencia a la presentación oficial de la malla curricular de la ENSABAP, ésta nunca se dio como tal, ya que no pasó de ser una exposición bastante optimista orientada solamente a resaltar los objetivos de la malla, el marco situacional, y los aspectos técnicos y pedagógicos de su proceso de formulación; así como su importancia en la adecuación al rango universitario. Si bien es cierto era necesario conocer estos aspectos para entender mejor el enfoque de la propuesta, la presentación sólo se encaminó en ese sentido, omitiendo el tema principal de la convocatoria y que tenía que ver con el contenido de la malla curricular, su proyección y su eficacia. Durante la exposición nunca se trató el plan de estudios, ni siquiera se mencionaron los nombres de los cursos, ni mucho menos se detallaron las sumillas de algunos de ellos. Estoy seguro de que muchos nos quedamos con las ganas de escuchar, sin tantos aspavientos, en qué consistía esa malla curricular y cómo es que iba a funcionar para lograr los importantes e innovadores cambios en los cuales la Mesa estuvo incidiendo durante todo el tiempo.

En algún momento, se insinuó que la única manera de evaluar los resultados de una malla curricular era al final del periodo de su aplicación, es decir, después de cinco años para este caso. Posiblemente esta deducción sea muy lógica y hasta cierto punto real, pero teniendo en cuenta que no se trata del estudio de mercadeo de cualquier producto, sino de la educación de muchos alumnos y alumnas, y del tiempo invertido que ésta les supone; entonces deberían enfocarse todos los esfuerzos con mayor seriedad para reducir al máximo los márgenes de error del objetivo. Esto precisamente para no tener que jugar a los dados con las aspiraciones de muchos y muchas jóvenes, que ven a esta institución pública con mucha expectativa y en algunos casos como su única opción. Siendo así, si se quiere lograr disminuir cualquier margen de error al mínimo, no solamente se necesita contar con un equipo altamente especializado - aun suponiendo que el equipo actual lo sea - sino sobre todo se requiere de la participación de la mayor cantidad de personas implicadas y conocedoras de la realidad de la ENSABAP. Sin embargo, sin desmerecer la trayectoria y experiencia en materia de arte, educación y cultura que puedan tener los integrantes de la Comisión, no deja de llamar la atención la presencia mayoritaria en la misma de egresados de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); y no porque esto revele alguna absurda rivalidad entre ambas instituciones, sino porque precisamente para este caso hubiera sido fundamental contar con un mayor porcentaje de personas profesionales allegadas a la ENSABAP.

Una configuración como la que se ha descrito, no solamente tenderá a tener un enfoque sesgado sino que además no será capaz de generar alternativas de solución más diversas y acertadas. Casualmente, Miguel García mientras explicaba algunos de los aspectos de interés considerados para la actual malla, no pudo evitar mencionar la incidencia que habían tenido en la nueva malla curricular de la ENSABAP los resultados de un sondeo realizado en el 2005 entre alumnos y alumnas de la Facultad de Arte de la PUCP. Al margen de que dicha experiencia pueda resultar o no enriquecedora para este caso, creo que resulta poco serio pretender, a priori, que la misma deba servir de igual modo para el caso de la ENSABAP; y lo que es peor aún, aplicarla sin tomar en cuenta sus propias particularidades. Creo que es importante darse cuenta que cada institución obedece a realidades completamente distintas y con características diferenciales muy claras, por lo que cualquier proyecto o propuesta dirigida a mejorar los servicios educativos y administrativos de la ENSABAP, deberá tener como base un estudio concienzudo de la realidad de la misma y de sus propias singularidades. Cualquier otro camino sólo va a contribuir, como se ha mencionado antes, a ampliar más los márgenes de error en los resultados.

Lastimosamente, la supuesta presentación de la malla curricular de la ENSABAP, no terminó de convencer a muchos, ni siquiera a una parte de los alumnos y alumnas que acudieron interesados por escuchar verdaderos cambios y sobre todo para intentar ser oídos. Sin embargo, ni siquiera esto último estuvo contemplado en dicha presentación, sino todo lo contrario, estuvo claramente diseñada para coartar las opiniones, limitándolas en el mejor de los casos a simples preguntas anotadas en pequeños papeles que, por cierto, ni siquiera fueron leídas en su totalidad. Esto evidentemente, terminó motivando que algunos hicieran uso de la palabra “sin permiso”, saltándose la barrera impuesta por la Comisión y enfrentándose a la postura poco dialogante de la Mesa y a la actitud controladora de su presentadora oficial, Teresa Arias, actual encargada del Centro Cultural de Bellas Artes. Dentro de este marco resultaba bastante contradictorio y hasta cómico, escuchar por ejemplo, en gran parte de todo el discurso de Herbert Rodríguez, sus alegatos en favor del respeto a la diversidad de opinión, al diálogo y a la igualdad de derechos y oportunidades. Del mismo modo, resultaba anecdótica la aclaración inicial de Guillermo Cortés respecto a la apertura que había tenido la Comisión para recibir opiniones de todas las personas implicadas con la institución, frente al reclamo y cuestionamiento público de un alumno, muy valorable por cierto, respecto al poco interés de la Comisión para escuchar al alumnado e incluirlos en el desarrollo de la propuesta.

A pesar los esfuerzos de la Mesa por transmitir, en todo momento, que existió una postura dialogante y de apertura durante el proceso de formulación de la malla curricular, al final fue imposible ocultar el verdadero carácter autoritario y vertical de la Comisión y de la actual dirección de la Escuela. Sin lugar a dudas nunca hubo la intención, por parte de la Comisión, de confrontar abiertamente la propuesta de la malla curricular, es más, nunca hubo siquiera las ganas de escuchar la opinión de los demás, ni antes ni después de la conclusión de la malla curricular de la ENSABAP. Estoy seguro que muchos de los verdaderos interesados en la mejora de la institución como son los alumnos y las alumnas, los profesores y las profesoras, y los egresados y las egresadas, nunca fuimos convocados para participar en la confección de dicha malla. Finalmente, el viernes último, sólo nos tocó participar de un acto que entre otros propósitos tenía como fin dejar el registro fílmico y fotográfico de una pantomima más de la actual gestión; y en donde sólo pudimos ver la malla curricular sobre un écran y sobre unas copias impresas que Herbert Rodríguez mostró a varios metros de distancia, mientras afirmaba con total convicción que aquello representaba un hito histórico para la ENSABAP. A mi parecer, esto representa una suerte de triunfalismo anticipado por parte de la Comisión, quien además, en todo momento pretendió hacernos creer ciegamente en las ventajas y beneficios de una malla desconocida para todos, sin precisar cómo se alcanzarían tales logros. Una Comisión que, en la voz de Guillermo Cortés intentaba convencernos de que la demora y el gran esfuerzo depositado en esa propuesta nos incluía a todos, que cualquier error en la misma podía ser perfectible y que no criticáramos sino que construyéramos a partir de lo propuesto - impuesto diría yo - olvidando, tal vez, que el mismo Herbert Rodríguez había anunciado en un inicio de su exposición que la Asociación Nacional de Rectores (ANR) había aprobado definitivamente la malla curricular, de paso que hacía hincapié en que la misma ya había pasado por todos los ajustes necesarios. Tal vez hubiera sido mejor optar por el perfil bajo de Miguel García y Amalia Pacheco, quienes decidieron centrarse en sus temas y no hablar más de la cuenta, inclusive hasta Liliana Melchor, única representante en la Mesa como egresada de la ENSABAP prefirió abstenerse y no remitirse a sus experiencias pasadas con las mallas anteriores de la institución.

Si bien es cierto hay que reconocer que la famosa malla curricular, la cual se encuentra en la página web de la ENSABAP, plantea algunos cursos novedosos dirigidos a la formación de un artista supuestamente crítico e interdisciplinario, solamente se ha limitado a algunos cambios de asignaturas, con la inclusión de nuevas y la eliminación de otras, lo cual no es necesariamente una señal de un gran cambio, simplemente establece un nuevo orden de prioridades. Sería un tanto extenso hacer un análisis de dicha malla curricular en este momento y tampoco es la razón de ser de este texto; sin embargo, me atrevería a afirmar que no ha habido ningún cambio estructural, sino sólo conceptual en la construcción de la misma.

Al parecer todavía estamos lejos de una propuesta realmente transformadora, desde lo conceptual hasta lo estructural, y por ende lejos de una Escuela verdaderamente innovadora que oriente la enseñanza de sus alumnos y alumnas en función a una malla curricular flexible que permita al alumno y a la alumna elegir de acuerdo a sus propios requerimientos entre distintas opciones y combinaciones. Seguimos lejos de una Escuela que acoja con mayor amplitud las diversas disciplinas artísticas, integrándolas y desarrollándolas de manera independiente y permitiendo que éstas se entremezclen con las disciplinas artísticas tradicionales; una Escuela que se nutra e incluya a las distintas manifestaciones artísticas plásticas de todas las regiones del país y que rompa definitivamente con el paradigma occidental. Estamos lejos de una Escuela que no solamente oriente al artista hacia el lado comercial como único modelo de desarrollo sino que también forme alumnos y alumnas con un pensamiento analítico, crítico y gestor de cambios importantes dentro de su sociedad. Esperemos que no sea necesario esperar que pasen cinco años para darnos cuenta si en realidad sólo se cambiaron papas por camotes.


Lalo Quiroz
Especialidad de Pintura
2003 – ENSABAP

Lima, 14 de febrero de 2010

16.2.10

RECICLAJES CONCEPTUALES / ENTREVISTA A FRANCESCO MARIOTTI

Ayer, domingo 14 de febrero del 2009, el diario El Comercio publicó una entrevista al artista suizo-peruano Francesco Mariotti.

Mariotti, quien fue invitado al Perú por el Centro de Documentación de Arte Peruano Contemporáneo (CDAPC), ofreció el pasado miércoles 10 la conferencia “Reciclajes Biotecnológicos” en el Centro Cultural de España. Un encuentro de suma importancia y que puso en evidencia la figura de este artista en la historia del arte contemporáneo tanto en América Latina como en Europa.

“Reciclajes Biotecnológicos” fue una revisión antológica del trabajo de Mariotti, desde encargos para la Documenta de Kassel de 1968, hasta su actual proyecto Tomatl, pasando por experiencias como E.P.S. Huayco.

Se trata de una coordenada común, un hilo conductor: la forma como el reciclaje es mucho más que físico o biológico, es sobretodo conceptual e ideológico. Mariotti es un creador inclasificable que a lo largo de las décadas se ha reinventado constantemente y se ha convertido en unos de los artistas visuales más apreciados del Perú.
A continuación copiamos integramente la entrevista efectuada por Alberto Revoredo.

ENTREVISTA. FRANCESCO MARIOTTI

Metáforas de un artista híbrido

PRINCIPAL REFERENTE DE LA HISTORIA DEL ARTE ELECTRÓNICO DEL PERÚ EN LOS AÑOS SETENTA, EL TRABAJO DE MARIOTTI EN LA ACTUALIDAD ESTÁ MUY LEJOS DE UNA SIMPLE PROPUESTA ESTÉTICA

Por: Alberto Revoredo
Domingo 14 de Febrero del 2010

Es ante todo un futurista. Un visionario cuya actividad creativa no se limita al clásico concepto de artista. Sus visiones y análisis encierran un amplio conocimiento de las nuevas tecnologías, una perspicaz y particular filosofía de la forma de hacer arte y un profundo respeto por la naturaleza. Francesco Mariotti, el talentoso creador peruano suizo, fundador del desaparecido colectivo E.P.S. Huayco, y uno de los primeros artistas electrónicos del Perú, estuvo en el Centro Cultural de España para hablar, entre otras cosas, sobre uno de sus últimos proyectos: “Tomatl. El retorno del inmigrante”.

En tu más reciente trabajo, “Tomatl. El retorno del inmigrante”, recurres nuevamente al reciclaje como recurso. ¿Qué reflexiones puedes hacer al respecto?
Primero que el reciclaje, en el arte, no es simplemente un problema de la basura. Reutilizar desechos de la sociedad es un aspecto; pero el “objet trouvé”, el “ready-made”, que a inicios del siglo pasado presenta Marcel Duchamp, es una dimensión totalmente diferente del reciclaje de algo ya existente. En el arte, el material que utilizas, bien o mal, toma un significado incluso desde el momento en que decides qué material escoger. No recoges en función de la utilización práctica que le vas a dar, sino de un concepto. Reciclaje aquí no es solo el hecho de utilizar el desecho. Cambiando de utilización y entrando en el mundo del arte, el material adquiere un valor totalmente diferente. El otro punto tiene que ver con un reciclaje de conceptos, de conocimientos, de informaciones, que también en el arte juegan un concepto importante. En algunos trabajos yo utilizo imágenes de computer games, películas, sonidos existentes e incluso documentos que bajo de la web, que son parte de la obra. Un documento, igual que el material, si lo sacas de su contexto y lo pones en otro, adquiere un significado totalmente diferente. Para el proyecto “Tomatl”, bajé de la web un formulario para inmigrantes en Europa que se acogen a un programa para irse voluntariamente. Si el documento lo amplías, enmarcas y lo pones en una pared sin mayor comentario, se vuelve una superficie visual sujeta a cientos de posibles metáforas. Yo aquí he hecho el juego con el tomate que se fue de América hace más de 500 años, y que cambia su identidad en una nueva cultura, se vuelve ketchup. Cuando el tomate regresa ya no es el mismo. Cuando el inmigrante regresa es foráneo en su propia cultura, que no es algo nuevo, las migraciones son un fenómeno muy antiguo. Lo que es nuevo es la migración de informaciones.

Y esos tomates tienen como hábitat del pensamiento el jardín híbrido que propones…
Exactamente, ese es justo mi tema, lo híbrido. Estas situaciones donde se juntan cosas nuevas que no estaban pensadas y generan nuevas constelaciones, nuevas formas de energía, que en algunos casos son fascinantes y extremadamente creativas y en otras son aberrantes. Lo mismo sucede en esta red de informaciones e imágenes que ahora está circulando a una velocidad fabulosa en la web y crea también una especie de información híbrida. Pasa que algo que para ti significa una cosa, en otra cultura significa otra, porque le han dado otra lectura. Hay todo este fenómeno de traducción de un concepto, imagen, palabra o sonido, que la gente percibe e interpreta a su manera. Es como la historia de la Torre de Babel, porque se van generando lenguajes nuevos y es muy difícil de entenderse. Ciertos grupos sociales no pueden entender a otros. A veces uno piensa que en la política o los mercados financieros hay cosas que no son posibles. ¿Cómo es posible que esta gente que maneja las sociedades no nos entienda? Creo que no entienden porque hablan y están programados con lenguajes diferentes. Dicen que una vez a la reina de Inglaterra le dijeron que no había pan para el pueblo, y ella dijo: “Bueno, que coman torta”.

¿Esos malos entendidos tienen que ver con la manera casi aleatoria en que encontramos la información, que de alguna forma hace referencia a un viejo trabajo tuyo, “Papagayo 2”?
Sí, pero creo que son más problemas de tipo antropológico, sociológico, que han existido siempre, pero que posiblemente ahora, en esta situación, se hacen más evidentes y cada vez son menos difíciles de entender. Vuelvo aquí a un concepto inicial, del año 68, mío y de Klaus Geldmacher, cuando nosotros anunciábamos ya que el arte, como se estaba presentando, estaba superado. Que esa forma de producir arte no tenía absolutamente ningún sentido, y que el arte debía surgir o debía ser una especie de visualización de estudios justamente antropológicos, sociológicos y de este tipo, y no simple decoración; pero claro, la sociedad no nos hizo mucho caso en ese sentido porque ese concepto, en ese momento, no era tan interesante para el mercado del arte.
I
Es que ello implicaría redefinir una estética y replantearse el concepto de lo bello…
Claro, y de los valores también, porque el arte de fines del siglo XX e inicios del siglo XXI se caracteriza y está determinado sobre todo por el mercado del arte, y no tanto por el concepto de la obra. Por eso creo que en algún momento, de hecho ya existe, van a haber dos lecturas del arte visual, una en base al mercado del arte, los productos, el “pop art”, las ferias de arte; y la otra, la de un arte más integrado a un proceso de investigación, del artista como individuo, o el de una visión colectiva. Por eso creo también que uno de los éxitos del trabajo de Huayco en esa época fue que como grupo, como colectivo, generamos una estética y un trabajo que individualmente ninguno de nosotros hubiera podido hacer. Para las otras ciencias eso no es ningún problema, para mandar un cohete a la luna o incluso para hacer una película se necesita todo un equipo de gente, es más que todo en el arte visual donde se le ha dado mucha importancia al aspecto individual.

Ningún tipo de pensamiento es posible sin un lenguaje, que en este caso acarrea una serie de complicaciones y malos entendidos…
Sí, es un lenguaje que incluso a los mismos operadores de arte o curadores se les vuelve complicado. Posiblemente es más fácil interpretar a un individuo, que interpretar a todo un movimiento. Con este trabajo (“Tomatl”) representé al Perú en Cuenca el año pasado, y toda la documentación que mandé por correo, fotocopias en físico que el público hubiera podido consultar sobre la inmigración, la retuvieron en aduanas. Decían que eso tenía que pagar un arancel por concepto de documentos, y no entendían que eso era parte de la obra de arte. Ni siquiera la gente de la Bienal, el director o el que tenía la curaduría fueron capaces de explicar a la gente de aduanas que eso era parte de la obra. Pero sí te dejan entrar una pintura enrollada porque eso sí corresponde a la idea de arte.
I
Se cumple eso de que cuanto más hablamos, menos comprendemos y cuanto más caminamos, menos avanzamos…
Sí claro. Hay un físico cuántico muy conocido, Basarab Nicolescu, que decía que el conocimiento es como un globo que se infla. El conocimiento es el aire contenido en el globo, y el exterior es lo desconocido. Y así cuando analizo lo del reciclaje me doy cuenta de que no tiene dónde terminar.

¿Tecnología y naturaleza no son antagónicos?
Eso también es una especie de constancia en mi trabajo. A mí la tecnología siempre me ha atraído mucho y la he integrado en mi trabajo. Llega un momento en el que piensas que la tecnología esta contra la naturaleza, que hay una contradicción entre lo natural y lo artificial. Y me ha costado, pero siempre he tratado de tematizar eso, de observar hasta qué punto la naturaleza y la tecnología pueden convivir. Pero al mismo tiempo pienso que, y esto me lo dijo un antropólogo boliviano, la tecnología es parte del instinto humano.

La tecnología entonces, como muchos se apresuran en afirmar ahora, no será la debacle del ser humano…
El punto es que yo creo que no nos salvamos de ese instinto tecnológico. La cuestión, como en todo lo otro, es un asunto de cultura, de conciencia, y allí justamente está la función del arte. Tú me has ayudado ahora a llegar a este punto, porque esa es justamente la diferencia con el arte decorativo e incluso con el arte que te matiza cosas; pero el arte como instrumento de progreso para el desarrollo de la sociedad y la ciencia, eso es algo donde yo creo que estoy tratando de poner énfasis. Ahora, como cualquier cosa, la ecología puede volverse un modismo, puede ser simplemente un entretenimiento para el fin de semana, y eso tampoco es. De hecho se ha transformado en un negocio. Lograr una convivencia entre ciencia, tecnología y equilibrio con el medio ambiente, como perspectiva para una sociedad futura, siempre ha sido una visión fabulosa.