11.11.08

BREVES: JUSTO PASTOR MELLADO EN TUCUMÁN / SI NO VUELVO... BÚSQUENME EN PUTIS. DOMINGO GIRIBALDI / LAS CARAS DE JANO

JUSTO PARTOR MELLADO -curador independiente, crítico e historiador del arte chileno- dictó el 04 de noviembre pasado en la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina, la charla “El curador y el arte contemporáneo”.

En el marco de esta charla, el diario tucumano La Gaceta hizo una entrevista a Pastor Mellado bajo el título: “Las obras de arte ilustrativas se someten a la moda”. Aquí se hace una reflexión sobre las escenas locales y su contexto, indudablemente Tucumán es una de las provincias de la Argentina que más importancia tiene en el contexto y la historia del arte latinoamericano.

Pastor Mellado ensaya de esta forma sobre la escena tucumana:

“Siempre he tenido información sobre cómo funciona la escena tucumana. Desde hace años, artistas tucumanos muy significativos son conocidos en el plano nacional y regional. No cabe duda que Tucumán está en el mapa. Sin embargo, percibo que hay una gran fragilidad institucional para sostener las experiencias de autonomía y de aceleración formal. Tucumán reproduce una paradoja extraordinaria: posee artistas de reconocimiento nacional; posee espacios de desarrollo significativo en cuanto a avances formales; posee experiencias de autonomía que han sido fundamentales en determinados momentos; y sin embargo, la escena local está dominada por una especie de alianza inconsciente entre una academia tardo-moderna y una institucionalidad político museal que no logra recomponer ni su propia tradición. Lo que advierto es la gran fuerza expansiva de las experiencias autónomas y de autoproducción de conocimiento, ligadas a las iniciativas de antiguos miembros de La Baulera, del ya mítico Taller C, de la enseñanza y producción audiovisual -pienso en Ana Claudia García- y de la crítica local, por supuesto. Sin embargo, esta fuerza expansiva carece de consolidación hacia el interior. Hasta el momento, las escena tucumana es de exportación, y los conservadores del sector cultura no reconocen que es gracias a estos esfuerzos que Tucumán está en el mapa.”

La entrevista completa se puede leer aquí.


SI NO VUELVO... BÚSQUENME EN PUTIS es el nombre de la exposición de Domingo Giribaldi que anunciamos anteriormente y que se viene llevando a cabo en El Centro de la Imagen en Miraflores.

Las fotos dan cuenta del viaje testimonial de Giribaldi y miembros del EPAF (Equipo Peruano de Antropología Forense) a la fosa común ubicada en Putis, Ayacucho.

Esta exposición tiene un carácter itinerante pues no solo se podrá ver en diferentes partes del Perú, también la muestra viajará a los EE.UU., donde se exhibirá del 13 al 15 de noviembre en la Universidad de Georgetown, en asociación con Advocacy Project en Washington, D.C., y del 19 al 21 de noviembre en la Universidad de Colorado en Boulder, en asociación con Denver Justice and Peace Committee.

En la nota de prensa podemos leer:

“Las fotografías de Giribaldi revelan la desolación, el vacío y el aislamiento de una comunidad que, como tantas otras en el Perú, no ha perdido la esperanza de encontrar a sus muertos. El objetivo principal de esta exposición es sensibilizar a la opinión pública frente al tema de los desaparecidos y sus familiares.”
Hasta el 19 de noviembre, en el Centro de Imagen, se podrá ver esta exposición.


LAS CARAS DE JANO es el nombre de la exposición colectiva inaugural de la Galería Amelia Pinzás que se podrá ver hasta el 26 de noviembre en su local (Cajamarca 202, Barranco).

Esta muestra cuenta con la participación de: Jack Caballero, Gustavo Emé, Renzo Nuñez Melgar, Akira Chinen, José Luis Carranza, Asad López de Castilla, Jairo Robinson, Jorge Miyagui, Eduardo Cochachin, Iván Fernández-Dávila, Vladimir Ramos, Robert Orihuela, Luis Valle, Fredy López y John Chauca.

Justamente uno de los expositores, el pintor Iván Fernández-Dávila, fue el encargado de elaborar el texto de presentación, aquí podemos leer:

“A la mezquindad del medio, la inestabilidad económica y la soledad inherente a este modo de vivir se agregan la incomprensión y la tentación de caer en lo fácil, en la complacencia, para satisfacer un afán de reconocimiento fugaz o una real urgencia material. Estos jóvenes pintores que inauguran la nueva Galería de Arte Amelia Pinzás lo saben. Y sin embargo, el gran retrato que emerge de la conjunción de todas las pinturas expuestas, no decepciona. Ya lo dijo el viejo maestro Lucian Freud: “Todo es autobiográfico y todo es un retrato”.”

Una muestra, y un nuevo espacio, que vale la pena visitar.

10.11.08

LA BIENAL DE SAO PAULO / CAP. 5 EL RUIDO DEL VACÍO (REPORTAJE DE ÁNGELES GARCÍA EN EL PAÍS)

El sábado 08 de noviembre del 2008 apareció un reportaje de Ángeles García en El País de España sobre la 28° Bienal de Sao Paulo.

Este interesante texto hace un recuento de algunas críticas y observaciones que se viene dando alrededor de este evento, y su curador Ivo Mesquita. Cuenta, por ejemplo, una anécdota del 2004 en la Bienal de Dakar, donde Mesquita curaba el envió brasileño. En esta oportunidad las obras no llegaron a tiempo por un problema de aduana. Lejos de desesperarse, el curador brasileño abrió el certamen con un libro como todo objeto para contemplar. Esa vez no le falló la creatividad. Esta vez parece que no ha ocurrido lo mismo.


El ruido del vacío

La Bienal de São Paulo propone una exposición sin obras como "metáfora de un museo imaginario". El resultado ha sido de desconcierto y ha vuelto a encender la polémica sobre la bienalización del arte ante la proliferación clónica de estos eventos, más de 200, en todo el mundo

ÁNGELES GARCÍA 08/11/2008

Pocos acontecimientos artísticos han levantado tanta expectación como la 28ª Bienal de São Paulo. La gran novedad consistía en toda una planta vacía, 12.000 metros cuadrados en uno de los edificios bandera de un dios de la arquitectura modernista, Óscar Niemeyer. En las otras dos plantas, 42 artistas procedentes de 22 países muestran su obra. El día de la inauguración, el comisario de la bienal, Ivo Mesquita (Río de Janeiro, 1947), una de las personas más reputadas en el mundo del arte, se desplazaba a toda velocidad en una silla de ruedas con motor por las tres plantas del pabellón. En los rostros de los visitantes percibió que su propuesta no había sido entendida o, mejor, que él no había sabido explicarla.

El día anterior a la apertura, Mesquita explicaba que esa planta vacía era "la metáfora de un museo imaginario, una representación de la historia más reciente del arte". Rechazó frontalmente que se tratara de un truco publicitario para llamar la atención sobre la bienal y añadió: "Esta nada debe de ser entendida como una petición de reflexión sobre el papel de las bienales en general y de la creación artística en particular. Pido un poco de calma y tranquilidad para meditar sobre el futuro".

De hecho, aunque es cierto que hay obra expuesta en las otras dos plantas, el grueso de la programación es puramente teórico. Decenas de mesas redondas, lecturas y conferencias en torno al papel de la creación, seminarios y acciones artísticas sin fecha determinada. Mesquita no quería un espectáculo al uso. En lugar de contemplación pasiva, optó por la reflexión activa. Su proyecto era una bienal sin estrellas, aunque muchos de los participantes son de sobra conocidos en el circuito artístico: Sophie Calle, Marina Abramovic, Joan Jonas, Allan McCollum o Mat Mullican.

Conocidos o no, la verdad es que las zonas dedicadas a exposición tampoco tienen nada que ver con lo que los espectadores pueden encontrar en otras bienales. Aquí, todo el espacio ha sido unificado por el mobiliario diseñado por el artista colombiano Gabriel Sierra (San Juan de Nepomuceno, 1975), que ha creado en la tercera planta -donde se concentra más del 90% de la exposición- un contenedor gigantesco formado por pequeñas piezas de madera que hacen de mobiliario y separador. El resultado es que la obra individual de los artistas participantes queda neutralizada por estos muebles. Todo queda sometido a la dictadura de una especie de maqueta omnipresente. Además, las piezas expuestas carecen de cartelas explicativas. No existe el nombre del autor ni de la obra. La idea de la organización es que el espectador que tenga interés pregunte a las personas que hacen las veces de vigilantes.

El mobiliario de Sierra ha obligado a muchos artistas a modificar sus instalaciones, con el consiguiente e inevitable disgusto de muchos de ellos. Carlos Navarrete (Santiago de Chile, 1968) calificó la bienal de "feria del mueble" después de comprobar a qué había sido reducida su instalación, un homenaje a la memoria del que sólo ha quedado una vitrina en la que se muestran recortes de periódicos. De hecho, la única obra que no se ha modificado y que tiene casi tanto protagonismo como los muebles es la instalación del norteamericano Allan McCollum (Los Ángeles, 1944). La pieza de McCollum ocupa la parte central de la tercera planta con un centenar de cuadros enmarcados en madera con motivos vegetales. El primer golpe de vista ofrece una sucesión de hojas otoñales colocadas como si fueran sillas de un patio de butacas. La monotonía es el tema que este artista ha llevado a la bienal.

Y entre muebles y piezas, de repente el visitante se encuentra con lo que los organizadores llaman espacios educativos. Aquí es donde mejor se ve el objetivo del comisario de que São Paulo sea más un lugar de reflexión que una feria. Por ejemplo, se puede recordar cómo era la escritura en una máquina o ver cómo se fabrica el papel. No hay más que sentarse ante una Olivetti, darle a las teclas y llevarse el papel de recuerdo.

Son muchas las propuestas y todas en torno al vacío. Bien es cierto que las ideas externas no son bien recibidas. Hay que recordar la entrada de más de cuarenta graffiteros el domingo en que la feria se abrió al público. Casi todos eran estudiantes de Bellas Artes y a toda velocidad decoraron con sus sprays gran parte de la segunda planta del edificio. Uno de ellos fue detenido y la hazaña duró poco. Al día siguiente, los 12.000 metros cuadrados volvían a estar inmaculados.

El resultado general ha sido de desconcierto. Más que la reflexión, la bienal ha generado desagrado. En la jornada inaugural, alguien recordó que hace cinco años, en la Bienal de Dakar que Ivo Mesquita comisariaba, las obras no llegaron a tiempo por un problema de aduana. Lejos de desesperarse, el imaginativo brasileño abrió el certamen con un libro como todo objeto para contemplar. Entonces no le falló la creatividad. Esta vez no ha ocurrido lo mismo.

La 28ª Bienal de São Paulo se celebra hasta el 6 de diciembre.

7.11.08

SOBRE CENSURA A CRISTINA PLANAS. SIMPLES PREGUNTAS

Continuando con la censura a la exposición de Cristina Planas “La migración de los santos” en Galería Vértice, el día de hoy 07 de noviembre del 2008 apareció en el periódico limeño Expreso una nota de Tomacini Sinche López titulado: ¿Ganó la censura?. Texto que copiamos al final.

Algo que nos llama poderosamente la atención, y lo sabemos por fuentes muy confiables, es que a las 11am del día jueves 06 de noviembre un periodista de El Comercio se encontraba entrevistando a la artista, a la cual se le había convocado con anterioridad, momento justo en que llega la Policía municipal a clausurar Vértice.

¿No es esto mucha coincidencia?, teniendo en cuenta que sólo le quedaba dos días a esta exposición y periodísticamente ya no era noticia. ¿No será que los de El Comercio estaban avisados del cierre y la citaron a Planas con el pretexto de hacerle una nota, pero en el fondo lo que querían era tener la primicia del cierre?. ¿No será que le tendieron una trampa a Planas para que El comercio esté presente mientras le cierran la muestra, se tenga registro de ello y aparezca como primicia en su página web?. ¿Qué interés puede tener El Comercio en cubrir una muestra que ya estaba cerrando y que ya cubrió El Dominical y también Élida Román hace unos pocos días?.

Simples e inofensivas preguntas pero que a todas luces demuestran que no solo quisieron cerrarle la muestra a Planas sino humillarla públicamente.

Nota final: “Use discernimiento el lector”. Mateo 24: 15.

Cierran la Galería Vértice y la muestra de Cristina Planas*

¿Ganó la censura?

Por Tomacini Sinche López**

Crédito de foto: Tomacini Sinche López

El jueves 6 de noviembre por la mañana, la Municipalidad de San Isidro le puso fin a la muestra “La Migración de los Santos” de Cristina Planas. Presiones vecinales y la falta de una licencia cerraron la exhibición.

Solamente faltaban dos días para que culminara de exponerse, pero no pudo llegar a su fin. Agentes de la municipalidad de San Isidro clausuraron el local de la galería Vértice, que dirige Rosario Wenzel, y de paso cerraron la muestra “La Migración de los Santos” de la artista plástica Cristina Planas, quien se mostró indignada ante la falta de tolerancia por parte de algunos vecinos sanisidrinos.
I
“Desde un inicio han buscado cualquier pretexto para cerrar mi muestra. Lamentablemente la cucufatería se ha terminado imponiendo y han clausurado a Vértice, que es una galería que ha venido trabajando de manera independiente y sin problemas desde hace tiempo. Muchos artistas han expuesto acá sin problemas, pero solamente mi muestra ha provocado esta reacción exagerada por parte de ciertos vecinos, los cuales seguramente critican mi trabajo sin haberlo visto”, explicó Planas.
I
Como lo dijimos anteriormente: “El trabajo de Planas va más allá de los coloridos altares de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, Sarita Colonia y el Señor de los Milagros. Nos habla de lo que somos cómo peruanos y de la manera cómo llevamos nuestra identidad más allá de las fronteras, ya que la sala de Vértice simula ser un avión-iglesia que transporta a estos íconos religiosos a través de cada compatriota que deja Perú en busca de un mejor futuro”.
I
Por su parte, funcionarios de la municipalidad de San Isidro argumentaron que Vértice venía operando sin la licencia de funcionamiento reglamentaria, por lo que han procedido a cerrarla. Lo que nos preguntamos es: ¿Por qué la municipalidad recién actuó ahora y no antes? ¿Acaso, la presión vecinal recién le hizo darse cuenta de que Vértice no tenía licencia de funcionamiento? ¿Tanto poder tienen unos pocos para imponernos qué es arte y qué no? Que poca elegancia para censurar una muestra, la cual sólo era un claro ejemplo de los tiempos de libertad de expresión que se viven en una democracia. No ganó la censura, perdió el arte.
I
*Ni Dios ni los vecinos de San Isidro quisieron que la Galería Vértice terminara de acoger la exposición “La Migración de los Santos", que podría haberse apreciado hasta el viernes 7 de noviembre.
**Publicado el viernes 7 de noviembre del 2008 en el diario Expreso de Lima.

COMUNICADO DE VÉRTICE FRENTE A CLAUSURA MUNICIPAL

El día de hoy, viernes 07 de noviembre del 2008, Miguel Zegarra (curador de la galería Vértice) ha hecho circular el comunicado oficial de esta galería que a continuación reproducimos.

COMUNICADO DE VÉRTICE FRENTE A CLAUSURA MUNICIPAL

Con relación al cierre de la Galería Vértice llevada a cabo el día jueves 6 de Noviembre por efecto de las Resoluciones de Clausura Nos. 648-08-17.0.0-GF/MSI y 685-08-17.0.0-GF/MSI, emitidas por la Municipalidad de San Isidro, donde se venía desarrollando la muestra de la artista Cristina Planas, denominada la “Migración de los Santos” desde el día 15 de octubre y que debió culminar el 8 de Noviembre, la Dirección de la Galería informa lo siguiente:
I
1. Coincidiendo con la publicación del artículo “Intimidad de los santos” del señor Carlo Trivelli el día domingo 12 de octubre en el Dominical del diario El Comercio, reseñando la muestra de Cristina Planas, apareció en la página www.fatima.org.pe, del grupo integrista y conservador denominado “El Perú necesita de Fátima”, y emparentado con el grupo "Tradición y Familia", una campaña denominada “Una blasfemia inconcebible ¡Proteste ahora mismo!”, a través de la cual se enviaron correos electrónicos a la Galería, a la Municipalidad de San Isidro y a diversos medios, solicitando la clausura de la muestra.
I
2. Frente a dicha presión, la Municipalidad de San Isidro en un primer momento emitió un comunicado público señalando que no le competía a ella censurar expresiones culturales en recintos particulares y que más bien promovía la pluralidad de expresiones artísticas que se desarrollan en el distrito, aunque no necesariamente esté de acuerdo con el contenido de las mismas. En tal sentido, terminaba manifestando que se había trasladado la preocupación reciente de un grupo de vecinos sobre dicha muestra al Instituto Nacional de Cultura, que sería el ente competente para pronunciarse al respecto.
I
3. Sin embargo, el mencionado grupo “El Perú necesita de Fátima”, insistió a la Municipalidad el cese de la muestra, convocando el día 6 de Noviembre a un “Acto de Reparación” en la iglesia Nuestra Señora del Pilar, fecha que por coincidencia, corresponde a la disposición municipal de cierre de la Galería.
I
4. Dicho cierre se ha efectuado contra una tercera empresa ajena a las actividades de la Galería, señalando que la misma es quien la conduce, cuando es de todos conocido que la Dirección de Vértice está en manos de Rosario Wenzel.
I
5. Para mayor evidencia de la presión ejercida contra la muestra y la Galería, al final del día jueves 6, en la referida pagina www.fatima.org.pe, se dice textualmente “que la exposición blasfema había sido definitivamente clausurada por disposición municipal”
I
6. Debemos señalar que no es cierto que la Galería Vértice carezca de la respectiva Licencia de funcionamiento ni que no cuente con el Certificado emitido por Defensa Civil, aún cuando podrá haber existido un problema administrativo de actualización del RUC, el cual ya ha sido solucionado.
I
7. Es evidente que el cierre físico de la Galería Vértice se ha llevado a cabo por la presión de un grupo ultraísta, que no representa a la comunidad católica, de la cual somos respetuosos, y lo que es más grave, las personas que han expresado su disconformidad no han visitado la muestra y se han dejado llevar por la opinión tendenciosa de gente desinformada, fanática y llena de prejuicios, que estamos seguros no comparte la mayoría de las personas pensantes.
I
8. Estamos seguros, que se impondrá el sentido común y el respeto a todas las manifestaciones culturales que se desarrollen en ámbitos privados, tal como lo señaló la Municipalidad de San Isidro en su primer comunicado.
I
9. Finalmente, la Dirección de la Galería expresa su solidaridad con la artista Cristina Planas y lamenta esta decisión administrativa que coacta la libertad de expresión.
I
Rosario Wenzel
Directora

6.11.08

ULTIMO MINUTO: CENSURAN EXPOSICION DE CRISTINA PLANAS.

En un hecho inconcebible, y muy típico del fanatismo y la estupidez católica, se acaba de cerrar el día de hoy, jueves 06 de noviembre del 2008, la exposición de Cristina Planas "La Migración de los Santos", que se venía llevando a cabo en la Galería Vértice.

La falta de Licencia de Funcionamiento es el argumento utilizado por la Municipalidad de San Isidro para perpetuar esta censura.

Se trata de un hecho bochornoso que pone en evidencia el poder de la iglesia católica en el Perú, dirigida por Juan Luis Cipriani, personaje vinculado a la dictadura de Alberto Fujimori.

A continuación, copiamos el texto aparecido hace unos minutos en la versión digital del periódico limeño El Comercio.

Nota Final: “Hasta la censura en el Perú suele ser mediocre”. Susana Torres. cita tomada del File Room de la Revista Arte Marcial, editada por Mano dura en Lima el 2005.


Clausuran la Galería Vértice en San Isidro

14:58 Vecinos y representantes de la Iglesia Católica protestaban por la muestra de Cristina Planas "La Migración de los Santos" en dicho local.
I

Foto: El Comercio.

Luego de una serie de protestas por parte de los vecinos de San Isidro y algunos representantes de la Iglesia Católica por la muestra de Cristina Planas, "La Migración de los Santos", la municipalidad de dicho distrito decidió clausurar la Galería Vértice.

Las autoridades de dicha comuna aseguraron que el local no cuenta con la licencia reglamentaria para funcionar como galería. Para la artista Cristina Planas "han buscado cualquier argumento para clausurar la galería, como no podían clausurar la muestra".

Esto ocurre cuando faltaba apenas dos días para concluir el período de la muestra donde observamos a Sarita Colonia, Santa Rosa, San Martín de Porres y al Señor de los Milagros en un tono kitsch y en ropa interior, con la finalidad de mostrarlos frágiles y vulnerables ante el mundo. Esto desató la ira que fue plasmada en cientos de correos electrónicos. Para muestra un botón: http://www.fatima.org.pe/contentid-232.html.

Cabe recordar que el crítico de arte Luis Lama dijo en la revista "Caretas" que "Cristina Planas no trasgrede la moral ni las buenas costumbres, pero si viviéramos en un país respetuoso de los demás y practicáramos la tolerancia, se hubiera evitado este escándalo gratuito, porque todo artista tiene derecho a recurrir a íconos que no son exclusividad de la Iglesia Católica, sino de nuestra imaginería popular".

3.11.08

LA SANTA POLEMICA. Por: Tomacini Sinche López

Continuando con el hostigamiento, e intento de censura, de un grupo de vecinos de San Isidro a la exposición "La Migración de los Santos" de Cristina Planas en la galería Vértice, copiamos el artículo del periodista Tomacini Sinche López, publicado el martes 28 de octubre del 2008 en el diario Expreso de Lima.

Este texto de Sinche López, que fue uno de los primeros en dar cuenta de la bochornosa situación, hace una pertinente relación entre esta censura y la ocurrida a Piero Quijano el año 2007.

Santa Rosa y el camión. Tomado de Arte Nuevo.

Sobre "La Migración de los Santos", de Cristina Planas*

La Santa Polémica

Por Tomacini Sinche López**

La muestra “La Migración de los Santos”, de la artista plástica Cristina Planas, que se expone en la Galería Vértice (Ca. Ernesto Plasencia 350, San Isidro), que dirige Rosario Wenzel, continúa sacándoles chispas a algunos vecinos sanisidrinos, quienes, bajo argumentos casi medievales, han tratado de censurarla y cerrarla, tildándola de inmoral y anticatólica, aludiendo que su contenido artístico va en contra de los aspectos más preciados de esta religión.

El trabajo de Planas va más allá de los coloridos altares de San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, Sarita Colonia y el Señor de los Milagros. Nos habla de lo que somos cómo peruanos y de la manera cómo llevamos nuestra identidad más allá de las fronteras, ya que la sala de Vértice simula ser un avión-iglesia que transporta a estos íconos religiosos a través de cada compatriota que deja Perú en busca de un mejor futuro.

Una búsqueda que no está desarraigada de la patria, ya que frases como el popular “Sí se puede…”, de San Martín de Porres; el masoquista “No se gana, pero se goza…”, de Santa Rosa de Lima; y el atrevido “Acelera nomás, yo te guío…”, de Sarita Colonia; no sólo van como estampitas en el pecho, la cartera o la billetera, sino que acompañan a cada migrante en lo más profundo de su ontología. Son como un sello imborrable.

¿En dónde está lo pecaminoso de “La Migración de los Santos”? La exhibición es solamente una mirada –léase expresión– distinta a las que estamos acostumbrados a ver, leer o escuchar. A una exposición artística hay que ir con la mente abierta, dispuestos a interpretar (o asimilar) cognitiva (o emocionalmente) lo que el artista nos quiere transmitir. Si es que las esculturas, pinturas, videos o grabados que integran una muestra no nos gustan, podemos discrepar con el artista, ya que no estamos obligados a pensar como él. Pero de ahí a censurar y querer cerrar una exposición porque no nos gusta, habla de una intolerancia a flor de piel.

Dentro de una democracia, las relecturas artísticas o filosóficas de nuestras estructuras políticas, sociales, militares, culturales y religiosas son necesarias con el fin de construir nuevas ideas con las cuales poder redefinir nuestras identidades locales, regionales o nacionales. La intolerancia o la censura no caben. Las ideas se combaten con ideas, no con tarjetazos, como sucediera el año pasado con el trabajo de Piero Quijano.

Una entidad privada, como lo es Vértice, tiene el derecho a presentar cualquier expresión artística que crea conveniente. Si se censurara cualquier muestra porque simplemente no nos gusta, muchas exposiciones que actualmente se realizan a lo largo de Lima y del país, podrían ser cerradas bajo el mismo criterio, lo cual es absurdo. La defensa de la libertad de expresión es vital para la buena salud de una democracia. Que así sea.

*Si Dios o los vecinos de San Isidro quieren, la Galería Vértice acogerá hasta el sábado 8 de noviembre la exposición “La Migración de los Santos". Puede apreciarse de lunes a viernes de 11am a 8pm y los sábados de 3pm a 7pm. El ingreso es libre.
**Publicado el martes 28 de octubre del 2008 en el diario Expreso de Lima.

2.11.08

GALERÍA VÉRTICE: "PEQUEÑAS HISTORIAS DE MATERNIDAD 2" DE NATALIA IGUIÑIZ Y CENSURA A LA EXPOSICIÓN "LA MIGRACIÓN DE LOS SANTOS" DE CRISTINA PLANAS

Diego Otero, en el suplemento El Dominical, del diario limeño El Comercio, da cuenta de la exposición individual de Natalia Iguiñiz: “Pequeñas Historias de Maternidad 2” que será inaugurada el 11 de noviembre próximo en Galería Vértice. Texto que copiamos al final.

En la versión impresa de esta misma nota, Otero menciona las críticas, e intensión de censura, que se está gestando por parte de un reducido grupo de vecinos católicos, apostólicos, romanos, obtusos y retrógrados hacia la exposición “La Migración de los Santos” de Cristina Planas, que se viene dando en esta galería de San Isidro. Una “Falta de Respeto a la Iglesia” es el argumento de los vecinos, quienes aparentemente han llevado estos hechos a instancias legales.

A continuación, la trascripción del acápite referido a esta intentona de censura.


Censura Non Sancta

Hasta el cierre de esta edición, un problema de orden ajeno al artístico amenazaba la muestra de Natalia Iguiñiz: “La Migración de los Santos”, la exposición de Cristina Planas que se exhibe en el mismo espacio –Galería Vértice de San Isidro- hasta el sábado 8 de este mes, ha sido objeto de severas críticas y voluntades censoras por parte de un grupo organizado de vecinos. Dicho grupo opina que las esculturas y fotografías de Planas, que proponen un juego acerca de los múltiples sentidos de la migración y las formas de la fe, le faltan el respeto a la Iglesia Católica. El tema, al parecer, habría pasado a instancias legales, y la Galería Vértice, que tiene un reconocimiento sostenido en una serie de exposiciones de calidad, solventes y profesionales, vería su prestigio mancillado. Esperamos que las cosas queden ahí, y que, a partir del miércoles 11, podamos apreciar el trabajo de Natalia Iguiñiz, que, como el buen arte contemporáneo, solo busca contagiar las ganas de pensar y de sentir.

El Dominical. Lima, 2 de noviembre del 2008. Pág. 7.


Cuál es el lugar de las cosas salvajes

Acción Cotidiana. ´Stills´ de un video que discute la "naturalidad" en la experiencia materna.


NUEVA INDIVIDUAL DE NATALIA IGUIÑIZ EN GALERÍA VÉRTICE. SEGUNDA PARTE DE UNA TRILOGÍA QUE LLEVA EL TÍTULO "PEQUEÑAS HISTORIAS DE MATERNIDAD", ESTA MUESTRA PRETENDE DAR CUENTA, A PARTIR DE DISTINTOS FORMATOS Y TRADICIONES (PINTURA, FOTO, DIBUJO, VIDEO), DE UN FENÓMENO DIVERSO Y MENOS NATURAL DE LO QUE SE CREE. AMPARÁNDOSE EN LO COTIDIANO, IGUIÑIZ EXPLORA LOS CLICHÉS Y LAS FANTASÍAS DE UNO DE LOS PROCESOS MÁS COMPLEJOS DE LA EXPERIENCIA HUMANA.

Por Diego Otero


I

El cuadro es de un formato bastante grande, y el rostro de la bebe ocupa casi toda su superficie, como una figura agigantada que se asoma a los límites del contenedor y parece estar a punto de romper la bidimensionalidad. El título --"Mi niña no me come"-- altera el sentido de un clásico de la literatura pediátrica sobre crecimiento y alimentación --"Mi niño no me come"-- para hablar de la irrupción de lo amenazante detrás del estereotipo de dulzura y naturalidad. Hay otra cosa: bien visto, el rostro de la bebe está en el ángulo con que un niño suele ver el rostro de la madre cuando esta va a darle de lactar. De pronto, en un juego de permutaciones, estamos viendo a la bebe desde su propio punto de vista, y hay algo ahí desproporcionado y ominoso.

Dice Natalia Iguiñiz: "La exposición tiene un tono constante de registro y reelaboración de lo cotidiano, que es el tono que impone la maternidad. 'Mi niña no me come' tiene que ver con eso: todas las noches en que rogaba que la bebe durmiera aunque sea tres horas. O incluso antes, todas las veces que pensé: cuánto de mí quedará después de los hijos".

II

"Pequeñas historias de maternidad 2" es la continuación de una trilogía que empezó el 2005 y que Iguiñiz concibió en un clima mental completamente distinto. Por entonces ella lidiaba con una seguidilla de intentos frustrados de gestación y el asunto era la fantasía que se activaba desde la posibilidad de no llegar a tener hijos. En "Pequeñas historias de maternidad 1" destacaba una serie llamada "Chicas malas", elaborada a partir del retrato y el testimonio de un grupo de mujeres que no habían podido o querido ser madres. El título tenía que ver con una cierta mirada de afuera que emitía un juicio: algo no andaba bien en ellas --¿Eran egoístas? ¿Lo suyo era un fracaso?--. "Cuando establecí contacto supe que efectivamente habían lidiado con una ansiedad pero que la tenían superada. Esa experiencia fue liberadora. A partir de entonces empecé a darme cuenta de que la maternidad es un impulso que puede ser domesticado. Pero si, al contrario, la cultura dice que no hay forma de evitar el impulso, que ser madre es esencial para la condición femenina, se genera una presión. Una presión que en un punto ayuda en las dificultades que implica el proceso, pero que también puede generar frustraciones".

III

La imagen más incómoda es la más afirmativa: un montaje fotográfico en el que la propia artista se da de lactar a sí misma. El trabajo se apropia del título del libro que Cecilia Larrabure publicó el año pasado: "Ciertos vacíos", un ensayo fotográfico sobre orfandad, violencia y memoria en el Perú. Para Iguiñiz las alusiones hoy se dirigen hacia orfandades menos concretas y brutales. En el universo de lo estrictamente personal reparar ciertos vacíos implica hacerse cargo de uno mismo, nutrirse de su propio interior.

IV

En la muestra hay también una serie de fotos que parecen no tener mayor conexión entre sí, que están entre la captura de sucesos cotidianos y el registro documental. Por ejemplo: un mechón de pelos enredados en un pequeño charco de leche, o una vieja y desgastada almohada abierta a un extremo con un tajo, mostrando su descompuesto interior, o el resto cortado de un cordón umbilical. El título de la serie --"El lugar de las cosas salvajes"-- no es gratuito: enfrentarse a un niño recién nacido es, en algún punto, enfrentarse a la propia vulnerabilidad que uno experimenta cuando nace.

"Esta, por ejemplo, era la almohada de mi abuela --dice Iguiñiz, mostrando una de las fotos--. La he tenido desde chica y me daba una especie de ansiedad tirarla a la basura, por eso la fotografié primero, como una forma de conservar algo de ella. Pero antes de echarla le hice un tajo, para ver finalmente cómo era su interior. Cuando me hicieron la cesárea, con mi segundo hijo, esa imagen apareció a mi mente como un flash. Esta serie es un poco el recuento de esas sensaciones primitivas, que uno no puede simbolizar bien, sobre las que uno es incapaz de construir un discurso, y que sin embargo vuelven constantemente a la memoria".

V

En "Pequeñas historias de maternidad 2" hay también una videoinstalación en tiempo real, que reproduce una de las actividades rutinarias en la vida actual de Natalia Iguiñiz. Entrar al baño público, cerrar la puerta de la caseta, armar la bomba extractora de leche, desvestirse el torso, conectarse el aparato a los senos, esperar que la máquina realice su trabajo Quince minutos en los que una acción entendida como absolutamente cálida y orgánica --dar de lactar-- se convierte en un proceso mecánico, frío, técnico. Otra paradoja: hoy día la cibernética puede ser el puente para acceder a lo natural.

Iguiñiz ya está pensando en la tercera parte de "Pequeñas historias de maternidad", que cerrará el círculo. Se tratará de una especie antológica de piezas vinculadas a la maternidad en diálogo con trabajos de la propia artista. Un cuadro de Christian Bendayán en el que el pintor aparece en brazos de su madre, como en una cautivante Pietá tropical; o un collage de Susana Torres hecho a base de ecografías y 'stickers', o uno de esos vestigios enormes y oscuros que hizo Haroldo Higa para "Fantasía", y que parecen representar partes de un juguete destruido por un niño a escala gigante.