Por: David Flores-Hora
(Columna Textos de mArte - Expreso)
Lima, presentada como una ciudad latente, viva, colorida, humana y pixeleada, es la propuesta que se puede encontrar en la exposición “Miradas en Transición”, del joven artista Luis Espinoza, ganador de la última versión del concurso “Arte en Libertad” de MAPFRE.
Si referentes como Víctor Humareda y Carlos Enrique Polanco retrataron antes una ciudad deshabitada, eclipsada y bucólica. La propuesta de Espinoza pone en evidencia una visión antagónica. Esa “Lima la horrible”, que alguna vez acuñó Sebastián Salazar Bondy, es una mirada no compartida en esta exposición.
Lima, presentada como una ciudad latente, viva, colorida, humana y pixeleada, es la propuesta que se puede encontrar en la exposición “Miradas en Transición”, del joven artista Luis Espinoza, ganador de la última versión del concurso “Arte en Libertad” de MAPFRE.
Si referentes como Víctor Humareda y Carlos Enrique Polanco retrataron antes una ciudad deshabitada, eclipsada y bucólica. La propuesta de Espinoza pone en evidencia una visión antagónica. Esa “Lima la horrible”, que alguna vez acuñó Sebastián Salazar Bondy, es una mirada no compartida en esta exposición.
Un relato se percibe en esta galería: alguien nos habla de su idea de ciudad; alguien nos cuenta de un espacio cotidiano habitado y vibrante; alguien se presenta como un espía, un profanador que con sus cuadros presenta momentos anónimos y atemporales; ese alguien, el artista, triunfa en su objetivo, nos envuelve en una atmósfera humana y casi festiva.
La intención realista de este proyecto es atomizada por ese omnipresente pixeleado que uniformiza todo. Esto demuestra el buen manejo de los recursos técnicos por parte del artista. El apunte se convirtió en fotografías alteradas, estas fotografías se convirtieron en una proyección, y finalmente esta proyección se convirtió en un prodigioso repertorio iconográfico, en donde personas, calles, buses y maniquíes son el común denominador de una visión colectiva para todos los que conocemos, y deambulamos por el centro de Lima.
En esta exposición se puede ver un depurado trabajo museográfico, únicamente opacado por los dos videos en exhibición, los cuales son demasiado lineales, aburridos, y ciertamente innecesarios, para una muestra tan vibrante y que habla por sí sola.
Uno de los ambientes de esta galería incluye las obras ganadoras del concurso “Arte en Libertad” en ediciones pasadas. Al compararlos con los cuadros de Espinoza queda claro que existe una gran falsedad en esa frase “todo tiempo pasado fue mejor”. En tiempo de nuevos medios y donde se escucha el murmullo que habla de la muerte de la pintura, es muy significativa esta exposición, pues técnica, intencionalidad y realización forman un todo que demuestra la valía e importancia que pueden llegar a tener propuestas pictóricas como ésta.
“Miradas en Transición” es una muestra que, de facto, cuestiona el orden y la ubicación. Los retratados se nos enfrentan con su mirada o su postura, casi huyen de ese marco bidimensional. Además, cualquiera se puede sentir identificado con estas escenas urbanas. Diecinueve cuadros que casi se convierten en espejos del entorno, de cada uno. Entonces, ¿quiénes realmente son los espectadores? y ¿quiénes realmente son los retratados?.
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Foto: Canción Floreada, óleo sobre lienzo, 150 x 170 cm.
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FLORES-HORA, David
2009
“Ciudad Pixeleada”. Expreso. Seccion B. Lima, 26 de septiembre, p. 2.
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FLORES-HORA, David
2009
“Ciudad Pixeleada”. Expreso. Seccion B. Lima, 26 de septiembre, p. 2.
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