Aquí dos notas recientes aparecidas en el diario El Comercio de Lima.
La primera: “Vuelve la Bienal”, de Enrique Planas, aparecida el miércoles 14.02.07. Aquí se anuncia la nueva gestión cultural que tendrá la Municipalidad de Miraflores y todo su circuito de galerías bajo la batuta del crítico de arte Luís Lama, y además algo que lo leí con mucha emoción y expectativa el regreso de la Bienal de Lima, que seguramente en el transcurso de este año conoceremos más detalles.
Indudablemente para todos los que estamos atentos a lo que ocurre en el medio cultural peruano, la desactivación del Centro de Artes Visuales y la Bienal de Lima a comienzos del 2003, fue una de las decisiones más desacertadas del actual alcalde de Lima Dr. Luis Castañeda Lossio. Obviamente, y acorde con las críticas, la Bienal de Lima fue un espacio que mejoró mucho en sus últimas ediciones. Sin embargo es digno de mencionar la labor como gestores de Luís Lama, Juan Peralta, Sol Toledo, Tamira Basallo, Walter Carbonell, entre otros. Si bien es muy cierta la celebre frase “Lima no es Manhattan", durante el tiempo que los limeños tuvimos Bienal sentimos lo que significa vivir en una ciudad con un circuito cultural y eso para una ciudad de más de 8 millones de habitantes es tan importante como construir “Escaleras de la Solidaridad” de color amarillo.
La Segunda: se trata de la conocida columna de la crítica de arte Elida Román, del domingo 11.02.07. En esta oportunidad no se refiere a ninguna exposición en Lima, nos manda “Una carta desde La Paz”. Encontrándose la crítica Román como ponente en el Curso de Crítica de Arte y Curaduría organizado por el Museo Nacional de Arte de Bolivia, la Unesco y la Embajada del Perú. Nos habla de la capacidad organizativa de un país con una economía similar al Perú, la importancia que le dan a la cultura en el país del altiplano, en oposición de la frase tan mentada en el Perú: “No es momento”.
Ya por otros medios conocía de la Bienal Internacional de Arte Siart Bolivia 2007, un espacio que surgió en el marco de la Bienal de Lima, como muy bien lo dice Elida Román. Indudablemente Bolivia es un ejemplo a seguir.
David Flores-Hora
VUELVE LA BIENAL
Liderado por el crítico Luis Lama, un nuevo equipo emprende la recuperación de la oferta artística del distrito. Ambicioso proyecto incluye la organización de una nueva Bienal de Artes Visuales
Por Enrique Planas.
Miraflores se prepara para celebrar sus 150 años de fundación como distrito. No se trata de armar la gran fiesta y sufrir la resaca al día siguiente, sino de retomar su liderazgo en la gestión municipal. Y en el terreno de la actividad cultural, ya empiezan a notarse saludables cambios. Uno de ellos tiene que ver con la nueva administración de sus galerías, la Sala Luis Miró Quesada, la de Ricardo Palma y la del parque Reducto. Para relanzarlas, Miguel Molinari, director de Cultura del municipio, invitó al crítico Luis Lama, quien se apoya en esta tarea en los artistas y gestores culturales Armando Williams e Ivana Ferrer.
¿Cuál será el nuevo criterio de trabajo de este flamante equipo? Lama lo tiene claro: "En el Perú, normalmente utilizamos el cliché de decir que hay que apoyar a los artistas jóvenes. Creo que las galerías comerciales cumplen esa función. Lo que queremos es dar a conocer la obra de los artistas que ya no están o los de una larga trayectoria que no han expuesto en mucho tiempo. La idea es sumar esfuerzos, no competir", explica.
Asimismo, se buscará que las muestras de la Sala Miró Quesada y la de Ricardo Palma resulten complementarias, lo que motivará al público a desplazarse entre ambas. En ese sentido, se buscará el apoyo de instituciones como el BBVA Continental, el Banco de Comercio y el Scotiabank para que reactiven sus galerías a lo largo de la avenida Larco y reanimar el circuito miraflorino de galerías.
También habrá cambios en el uso de la galería de arte del parque Reducto, la cual se convertirá en una amplia sala infantil. Así, el anterior espacio dedicado a los niños en el sótano del centro cultural servirá para ampliar la galería principal.
Pero sin duda una de las noticias que más entusiasmarán a los limeños es el anuncio de una próxima Bienal de Arte en Miraflores a fines de año, cuyo sistema será igual al de las bienales que Lama organizó en el Centro Histórico durante la gestión de Alberto Andrade y con las que atrajo a más de 500 mil visitantes. "Esta será una nueva Bienal, partimos prácticamente de cero", explica el crítico. En su primera edición, de carácter nacional, esta gran muestra tendrá un carácter itinerante, con el propósito de eliminar el divorcio entre los artistas que trabajan en Lima y los del resto del país.
Los resultados de esta nueva gestión empezarán a verse a partir de abril. Para comenzar, la Sala Miró Quesada Garland nos sorprende al redescubrir para los limeños la obra de Reynaldo Luza (1893-1978). La exposición reunirá material de sus inicios como dibujante de moda en la Nueva York de los años 20 y cuando se convirtió en uno de los artistas más solicitados por revistas como "Vogue" y "Vanity Fair". Fue en "Harpers Bazaar" donde se asentó por 27 años como ilustrador principal. En 1950 regresó al Perú, donde inició una segunda carrera como pintor y retratista.
CRÍTICA DE ARTE: CARTA DESDE LA PAZ
Escribo estas líneas desde La Paz, Bolivia, mientras zampoñas, quenas, charangos y guitarras suenan con esa especial alegría del carnaval.
Por Élida Román.
Es un conjunto que rescata tradiciones musicales paceñas y que se está presentando en el patio central del Museo Nacional de Arte. Estoy aquí participando como ponente en el Curso de Crítica de Arte y Curaduría organizado por el Museo --dependiente de la Fundación del Banco Central de Bolivia-- la Unesco y la Embajada del Perú, esta última bajo la responsabilidad del embajador Rojas Samanez, entusiasta colaborador del evento.
Doy todos estos detalles porque de ellos podemos sacar varias conclusiones: cómo los recursos escasos pueden optimizarse, cómo es necesario buscar adecuadas colaboraciones, cómo las personas a cargo son factor decisivo y, sobre todo, cómo no amilanarse antes circunstancias nada favorables, desdeñando el consabido 'no es momento', tantas veces escuchado.
El curso ha tenido mayor éxito que el esperado, con asistencia de responsables de museos e instituciones privadas y públicas de casi todos los departamentos del país, que han participado activamente y hacen pensar en un espíritu generalizado de deseos de mejoramiento de la oferta cultural, en especial la museística. En estos días, no solo reencuentro a artistas, críticos y estudiosos, sino que también recibo información de una intensa actividad artística que constantemente permite conocer nuevas propuestas. Todo --repito-- en el marco poco propicio de una vida política compleja.
Existe en Bolivia un Viceministerio de Culturas (en plural), dependiente del Ministerio de Educación pero con acceso a la Presidencia, que ahora ocupa el artista Édgar Arandia. También se comenta la posibilidad bastante cercana de creación del Ministerio de Culturas y Turismo. Como puede verse, la similitud con el Perú es innegable.
Pero la información que me ha sorprendido es la de la existencia de la Bienal Internacional de Arte Siart Bolivia 2007. Esta bienal, que va por su segunda edición como tal y que es el resultado de tres previos Salones Internacionales de Arte (Siart Bolivia), nació con las Bienales de Lima (1999). Pese a problemas, cambios y contramarchas, sigue adelante, y según me comentan sus organizadores, una de sus frustraciones es la casi inexistente comunicación con el Perú. Si bien en capítulos anteriores han participado algunos artistas peruanos (casi todos del Cusco y Arequipa) y en su oportunidad la Escuela de Bellas Artes del Cusco colaboró con la presentación de una exposición homenaje a Mariano Fuentes Lira, se puede decir que la presencia peruana ha sido prácticamente nula. Asimismo, se trata de un concurso con premiación, que se trabaja con jurado de calificación y de premiación y que este, compuesto por cinco miembros, tiene a tres figuras internacionales de renombre.
Insisto en estos detalles, porque creo que este tipo de iniciativas deben servir de ejemplo a nuestras autoridades, tan lejanas y huérfanas de interés en estos temas. También hacer una severa autocrítica sobre nuestro evidente desinterés sobre qué pasa en nuestro vecindario, demasiado atentos, quizás, a las novedades de otros sitios lejanos.
Foto 1. EL EQUIPO. Acompañan a Luis Lama, en esta nueva época para la galería miraflorina, Ivana Ferrer, Armando Williams y Rubén Ramos. (FOTO: Enrique Planas).
Foto 2. COLONIAL. Patio central del Museo Nacional de Arte de Bolivia, donde se realiza el Curso de Crítica de Arte y Curaduría
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