El texto de valdizán está divido en tres ejes: 1. Sobre los contrabandos, un relato para dos sensibilidades. Este contrabando es una simbiosis de lo popular emergente y el producto de la coyuntura peruana de las últimas décadas donde una guerra civil reconfiguró todos los sistemas y vivencias; 2. Sobre la tecnología como épica urbana. La pitarería (entiéndanse tecnológica) y el referente urbano crean una nueva estética, que en lugares como
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A continuación el texto completo.
PRESENTACIÓN DE “SENSACIONAL IMPACTO”
Por: Guillermo Valdizán Guerrero
Casa Museo Mariátegui, 3 de abril de 2007
1) Sobre los contrabandos, un relato para dos sensibilidades.
Los contrabandos de esta muestra buscan plantear la unión, en un mismo relato, de dos sensibilidades sospechosamente separadas: la emergencia de lo popular y el desarrollo de las contradicciones de clase en las últimas décadas de la historia de nuestro país, con el fin de aportar en una visión hacia futuro.
Ambas sensibilidades se condensan en estéticas de la presencia que hace de los imaginarios urbanos la radicalización de la experiencia vital de sus habitantes, en desmedro de la tradicional metáfora artística y su lógica de las ausencias o las presencias indirectas. El dedo del medio y la lisura sirven para insultarte y sacarte pica; la diversidad de peces en una pared de cebichería te lleva a la abundancia; los refranes, el doble sentido, los textos bíblicos, hacen referencia a la exaltación del cuerpo como trabajo, como goce y como moral de acción. Y sin embargo, estos elementos constan de una elaboración conceptual promiscua por definición, sea en sus significados como en su reciclaje audiovisual, asumiendo sus dinámicas incesantes de cambio. Su riqueza simbólica es muy compleja y se encuentra en estrecha relación con las condiciones de vida cotidiana de sus creadores, consumidores y difusores (roles que cada vez son más aptos a la disolución). El propósito de esta muestra es relacionar en una misma mirada dos procesos que conformaron y conforman nuestra identidad, subrayando la importancia de asumirlos en unidad de comprensión.
La identidad, entendida como la necesidad del “hacerse” social del individuo, es clave para conectar ambas sensibilidades. En el relato actual pareciera que el auge de la cumbia peruana y de la izquierda peruana, hubiesen ocurrido en distintos tiempos o en contextos separados, cuando ambas fueron una respuesta a las condiciones sociales de su época. La violencia política de los 70s y 80s se lee seccionada del desarrollo cultural de los migrantes en Lima, encontrándose recién en los 90s como exaltación al pragmatismo promovido por los gobiernos fujimoristas (el mejor ejemplo fue la mediatización de la política y la colaboración de distintas cantantes de tecno-cumbia en los mítines de la dictadura). A mi ver, nuestro relato contemporáneo queda incompleto si no conjugamos ambos procesos para fortalecer una identidad que promueva la diversidad a la vez que no consienta la desigualdad.
2) Sobre la tecnología como épica urbana.
Por otro lado, el desarrollo de estos trabajos gráficos desde la tecnología digital era pertinente en la medida que, por su propia naturaleza, permite otras dinámicas de reproducción (la realidad virtual y la virtualidad callejera), lo que en la práctica redefine la discusión entre artesanía y arte desde su factor de reproducción, reutilización y reciclaje (las mismas dinámicas que se usan para simbolizar por parte de las estéticas populares mencionadas) bajo el signo de las nuevas tecnologías. Así también asume el impacto que las tecnologías digitales, a través del diseño gráfico y su gran mercado ilegal, han tenido en la actual fisonomía de las estéticas populares.
La discusión actual entre arte y artesanía en términos de producción-distribución-consumo es también la discusión entre el arte y el diseño en sus lógicas de reciclaje, donde el escenario urbano es el principal fermento. El diseño gráfico y sus materiales impresos marcan, en una curva creciente, los nuevos elementos estéticos populares debido a la relativa facilidad de su acceso y su aprendizaje, a la consolidación de sector de micro y pequeña empresa que puede sostener materialmente su reproducción y por haber sabido empatar con las mencionadas dinámicas de reciclaje que ya se venían efectuando desde el propio origen de estas estéticas.
Es así como el impacto de estas estéticas, vistas como prácticas de la experiencia vital radicalizada, se vuelven una épica por medio de las tecnologías digitales. En un momento histórico de atomización de paradigmas, la tecnología digital permite espacios de conexión, reconstruye épicas en términos materiales que hayan su apellido ideológico según el contexto en que se efectúa su producción o reproducción.
3) El arte como radicalización de la experiencia vital.
La apuesta de esta muestra, y de otros trabajos que en la actualidad se están realizando en distintos lugares de Lima y provincias, sintoniza con la necesidad de un cambio en las artes peruanas. Cierra la idea de un artista representante o intermediario que ve en la sociedad temas y no fines, y busca asumir la propuesta que se ha desarrollado estéticamente de manera más pública en nuestro país: la propuesta del arte como radicalización de la experiencia vital y del artista como un comunicador crítico y, por ende, involucrado en la misma (hablo de las estéticas populares). A mi ver, esa experiencia vital en términos políticos sólo encontrará su desarrollo si aquellos que la experimentan hoy la necesidad de desarrollar organización. Decíamos que estas estéticas están ligadas directamente a las condiciones de vida de los sectores mayoritarios de nuestra sociedad. Hoy estos sectores se encuentran atentados en sus posibilidades de desarrollo vital, por ende ello repercute en sus expresiones culturales. Es así que resulta necesario retomar una cultura de organización popular como espacio de creación y procreación de respuestas solidarias. Y cuando se plantea organización se está estableciendo un modo de desarrollarla, que sea participativa y orgánica a las necesidades de estos sectores. En tal sentido se puede decir que las prácticas artísticas son como espejos sin contorno: no reflejan, relacionan; y desde ahí se parte a la construcción de una nueva institucionalidad en el arte (frente a la actual que haya su poder en la capacidad de construir una red de relaciones sustentadas en la expropiación de la capacidad de representación de diversos grupos sociales).
La necesidad de un artista inserto, como tal, en propuestas de organización en un contexto social como el de los últimos veintisiete años, con capacidad de hacer del espacio público el debate público, y de él mismo como un comunicador crítico dentro de ese debate; que apueste por la autogestión como requisito para una comunicación en todos los sentidos; por el compromiso de avanzar en colectivo a la resolución de los principales problemas de nuestra sociedad a través de la socialización de los medios artísticos (en su significación y su uso social) son algunas de las características de esto que llamamos nueva institucionalidad (y que podría llamarse de otra forma menos aburrida). Frente a la expropiación de la capacidad de representación la apuesta que hoy consideramos pertinente es la de empoderar la auto-representación de los grupos sociales a través del arte y la política.
2 comentarios:
Interesante este blog tan interesado por el arte. Por si quieren seguir un artículo y debate sobre el arte y sus personajes:
Santos, bandidos, esclavos y artistas
Gracias Bartleby por la visita. chequeare tu texto, tu blog y te pondré en mis vinculos.
suerte y seguimos en Contacto
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