Tal como informamos en este espacio, el jueves 6 de diciembre se inauguró simultáneamente en la las salas Luís Miró Quesada Garland y Raúl Porras Barrenechea de la Municipalidad de Miraflores la exposición “Arte Nuevo y el fulgor de la Vanguardia. Disidencia, experimentación visual y transformación cultural”. Exposición curada por Miguel López y Emilio Tarazona que continúa la investigación sobre los años sesentas que pudo ser visto en “La Persistencia de lo Efímero”.
Con el afán de seguir reflexionando y discutiendo sobre esta investigación, a continuación un compendio de notas de prensa que hizo Paolo de Lima para Zona de Noticias (bitácora extremadamente recomendable) y algunos de los párrafos del texto principal que escriben los curadores Emilio Tarazona y Miguel López para esta exposición.
MÁS SOBRE ARTE NUEVO Y EL FULGOR DE LA VANGUARDIA
"Luego de la aplaudida exposición La persistencia de lo efímero, montada en marzo en el CC de España, los curadores Emilio Tarazona y Miguel López (en la foto con nueva versión de obra de Teresa Burga) se aventuran con nueva muestra que ahonda en la experimentación plástica nacional del '60. La exposición se titula Arte Nuevo y el fulgor de la Vanguardia. Disidencia, experimentación visual y transformación cultural y va hasta el 20 de enero en las salas Luis Miró Quesada Garland y Raúl Porras Barrenechea de la Municipalidad de Miraflores. La exposición reúne 60 obras, además de música y fotos inéditas en torno al arte pop, el op-art y la experimentación cinética y sicodélica. Según los curadores, lo que se pretende es 'subvertir la idea mítica de «artista» y la pretensión trascendente de la «obra» a través del señalamiento de lo banal, de lo cotidiano, de lo frágil, de lo efímero'", señala una nota sin firma publicada en la sección cultural de Caretas de hoy. Por su parte, en su columna Artes & ensartes de dicho semanario, el crítico Luis Lama escribe lo siguiente: "Miguel López y Emilio Tarazona presentan en las salas de la Municipalidad de Miraflores lo que pudiera considerarse la continuidad de la investigación más estimulante del presente año, La persistencia de lo efímero, presentada en el Centro Cultural de España. Ahora presentan Arte nuevo y el fulgor de la vanguardia. Disidencia, experimentación visual y transformación cultural, en la que además de las obras de nuestras vanguardias, acompañará amplia documentación, música, fotos inéditas y gráficas en torno al pop y al op. Según López… 'Podríamos decir que casi el reverso del guante de la expo anterior, pero ya sea desde el conceptualismo o desde el pop, lo que se intentó en ese momento… fue subvertir la idea mítica de «artista» y la pretensión trascendente de la «obra» a través del señalamiento de lo banal, de lo cotidiano, de lo frágil, de lo efímero; apuntando a su modo a horadar la idea del «arte elevado» a través de sus vinculaciones con la vida y con la cultura de masas'. Yo –dinosaurio de esa generación– también lo creí, sólo que el futuro nos descolocó demostrando que el arte hecho a partir de la cultura de masas resultó siendo tan elitista como todo lo que lo precediera. Gustavo Buntinx y Alfonso Castrillón, entre otros, han abordado con anterioridad nuestras vanguardias, pero el mayor interés es ver cómo dos jóvenes talentosos pueden rescatar aquel pasado que no supimos conservar. Su rigurosa mirada es lo de mayor interés". Por otro lado, el pasado viernes en la sección cultural de El Comercio Marianne Blanco Dejardin publicó un artículo sobre esta exposición. Transcribo una parte importante del texto: "Miguel López y Emilio Tarazona, los curadores de esta interesante exposición, se propusieron mostrar el producto de tres años de investigación sobre el arte en el Perú durante los años 60 y 70. Provenientes del mundo del arte (uno estudió Escultura y el otro Fotografía), Miguel y Emilio optaron por dedicarse a la investigación de una época crucial para la historia del arte peruano, pero que paradójicamente es casi desconocida no solo por el público, sino también por artistas e investigadores. 'La década del 60 estuvo llena de anhelos y utopías. Muchos de los artistas que participaron activamente en la escena, cuestionando los formatos, la institucionalidad, paulatinamente fueron renunciando a los espacios de exhibición. Emilio Hernández, en el año 70, hizo una muestra de arte conceptual en la que exhibió la definición de la palabra galería, los planos de la sala, sus dueños, y con ello hizo evidente que el arte es una construcción social y cultural. A partir de ese momento, Hernández deja de hacer arte. Hubo varios artistas que siguieron ese mismo rumbo porque sentían que el espacio del arte no era el universo donde se podían realizar de manera completa', nos explica Miguel. Arte Nuevo fue el nombre de un colectivo de nueve artistas que se constituyó como uno de los grupos más relevantes para discutir el período de la vanguardia de los 60 y 70. Entre ellos figuraban Emilio Hernández Saavedra, Teresa Burga, Claudia Gómez Sánchez y Ciro Palacios, entre otros. 'Les interesaba abordar un aspecto de la vida que no estaba bien visto. El arte exaltaba mucho la subjetividad a través de la abstracción, que era el horizonte que imperaba dentro de la plástica en Lima. Ellos empiezan a trabajar con íconos de la cultura de masas, de las revistas y por ello toman imágenes de lo cotidiano', explica Miguel. 'Se ve el uso de nuevos soportes y de materiales industriales. Además, empezaron a probar formas de producción totalmente nuevas. Escapar del lienzo era casi una consigna', añade López".
ARTE NUEVO y el fulgor de la vanguardia
Disidencia, experimentación visual y transformación cultural
“Todo nos pertenece”
Javier Heraud
Bolivia, 1963
Una confluencia de publicaciones y exposiciones realizadas en diversos países ha afianzado, en los últimos diez años, un creciente interés por revisitar aspectos específicos de las prácticas visuales surgidas en los años Sesenta y Setenta. Miradas críticas que, en su desajuste con enfoques previos –que se asumen como sesgados e insuficientes-, inscriben ámbitos antes imperceptibles por la historia y excluidos del comentario y el análisis, en un intento de poner en fricción otros aspectos ya destacados del periodo.
Aquellas décadas significaron para muchos escenarios internacionales la puesta en crisis de las condiciones de producción, circulación y recepción del arte. Un cuestionamiento de los paradigmas estéticos de una modernidad conservadora (como el culto al artista, la exaltada subjetividad o la trascendencia de la obra) que coincide localmente con la consolidación de nuevos procesos culturales y sociales simultáneos también al impulso tecnológico de la época, y cuyo despunte crítico se envuelve de las interrogantes sobre qué parece artísticamente pertinente para un país que ansiaba librarse del subdesarrollo. Tanto la oligarquía entonces declinante como el emergente orden burgués –así como, tratando de situarse en medio, la proyección seudo-revolucionaria del gobierno militar instalado hacia 1968–, serían sucesivas instancias ya adversas o represivas tanto en lo político como en lo cultural.
Es así que bajo el nombre de Arte Nuevo un grupo de artistas surca fugaz, aun cuando enfáticamente, la escena plástica de ese momento, marcando en su concisa denominación una clara ruptura con el arte precedente. Su uso aquí extendido involucra a todo un horizonte de producción visual que logra afirmarse en esos mismos años, el cual se traduce en un conjunto de propuestas luminosas capaces de advertir la súbita presencia de un umbral: el síntoma de las expectativas y, al mismo tiempo, su esplendor.
Esta exposición recoge la intensidad de cambios vertiginosos que asomaron durante aquel momento. La afirmación de un mundo nuevo marcado por una exploración visual expandida hacia lo cotidiano, capaz de reevaluar el lugar del sujeto y sus sentidos a través de experiencias perceptivas que desbordan y redefinen la ubicación cultural y política de la obra de arte en su vínculo con la realidad que la circunda.
Miguel López + Emilio Tarazona
Curaduría e investigación
[Algunas vista de montaje de la Sala Luis Miró Quesada Garland. fotos: Miguel López]
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