12.3.07

El III congreso de las artes y un telèfono malogrado


Muchos recibimos en nuestras bandeja de correo electrónico y leímos con sorpresa sobre la presentación el día viernes 09 de marzo del III Congreso de las artes: ARTE Y POLÍTICA, Lo Simbólico como Poder y Estrategia de Cambio Social. Nueva Institucionalidad. Que se realizará los días 16-18 en el auditorio de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Esta presentación se realizó en Fundación Telefónica.


En estos momentos considero antiproducente que la presentación de este III congreso se realice en Telefónica, por más que todos hablan ahora de concertación, encuentro importante repensar nuestra historia reciente. No caer en ese Leteo simbólico y constante. Dejar de validar lo inválido. Ubicar el papel de Telefónica en momentos del cáncer generalizado que vivió el Perú en los noventas de Fujimori-Montesinos-Cipriani.


En mi calidad de ponente, y con todas las responsabilidades que implica, y en honor de todo el esfuerzo que los organizadores vienen haciendo hace meses, solo aspiro que el III congreso no sea como la presentación. Además escuela de mArte se compromete a hacer una cobertura completa del evento.


A continuación un texto de Lalo Quiroz, artista visual quien asistió a dicha presentación y nos da una opinión, que este espacio acepta, apoya y difunde.


David Flores-Hora


TURUTUTUUUUU…….

EL TERCERO ES EL VENCIDO CON TELEFÓNICA


Por: Lalo Quiróz.


El viernes 9 de marzo a las 7:00 p.m. se presentó de manera oficial el III CONGRESO DE LAS ARTES – Arte y política / Lo Simbólico como Poder y Estrategia de Cambio Social / Nueva Institucionalidad, importante esfuerzo de los organizadores por retomar los dos primeros congresos iniciados por estudiantes de las Escuela de Bellas Artes en el 2002-2004 respectivamente.


El día de la presentación se dejo ver por momentos la desarticulación de los presentadores dejando por instantes algunos vacíos con respecto a las experiencias pasadas y los lineamientos de este nuevo congreso, hubiera sido enriquecedor para todos haber contado con la asistencia de algunos de los integrantes de los dos primeros congresos para explicar de manera mas clara el proceso y conclusiones de los mismos, si bien es cierto la asistencia de público no fue masiva pero aún así se dejaron escuchar importantes críticas y sugerencias al inicio de este evento próximo a realizarse en la Escuela de Bellas Artes; el cual esperemos logre los objetivos trazados.


Entre los pocos comentarios que incomodaron de alguna manera a la representante de la Fundación Telefónica y a muchos en la sala, fue el expresado esa noche por quien escribe y el cual se refirió concretamente a la sorpresa que me causó la iniciativa de los organizadores para usar la sede de la Fundación Telefónica como el espacio para la presentación oficial, lo cual considero una total falta de ética y poca pertinencia de parte de los organizadores de este tercer congreso, no creo que un congreso que apela en sus lineamientos a estrategias de cambio social y que pretende impulsar al artista como un agente activo e importante dentro de estos cambios, un artista que construye y aprende de su historia; pueda permitirse este tipo de “alianzas”; y es que realmente pareciera que como muchos ya ha comentado esto antes, los peruanos fuéramos amnésicos por naturaleza, tal vez, esa sea la razón que no seamos capaces de construir una historia verdadera y que permitamos que otros la construyan de acuerdo a sus propios intereses.


Me sorprendió ese día, lo cual comenté también y es el hecho que aparentemente nadie recordaba la forma escandalosa y millonaria que la Telefónica negocio con el gobierno de Fujimori y cómo se enquistó monopólicamente hasta el día de hoy en el país para hacer uso y abuso de la red de telecomunicaciones, con cobros desmedidos en perjuicio de millones de personas que nos vemos en la necesidad de acceder en muchos casos a sus pésimos servicios, soportando una agresión constante no verbal, no física, pero sí contra nuestros derechos de poder elegir. Y lo que es peor, ese día muchos olvidaron los rumores que se dieron durante casi todo el periodo de Fujimori sobre el famoso "chuponeo telefónico”, el cual implicaba de manera “indirecta” y hacía cómplices a la Telefónica y el SIN en las intervenciones telefónicas a ciertos personajes molestos para la dictadura, siendo estos posteriormente perseguidos y chantajeados por la cúpula Fuji-Montesinista.


Fue realmente sorprendente ver cómo casi nadie hizo eco ni ahondo en un comentario que cuestionaba de manera frontal la presentación del tercer congreso en Telefónica, y cómo la opinión a favor de solo uno de los ponentes conjuntamente con una que otra mirada comprometida se perdían entre las sonrisas y complacencia absoluta de la mayoría de asistentes, aludiéndose después con diferentes opiniones muy sutiles de alguno de los ponentes y el público, refiriéndose al ya tan acostumbrado “borrón y cuenta nueva” intentando disimular una de las primeros comentarios críticos en la presentación, a las finales solo imaginaba por momentos a algunos poniéndose la camiseta y gorrita verdiazul para decir: ¡Gracias Telefónica por tu apoyo incondicional al arte peruano!. Por favor no hay que ser demasiado listo para darse cuenta de los diametralmente opuestos intereses que persiguen algunas empresas como ésta, no solo los importantes beneficios tributarios que obtienen gracias a su participación en temas de arte y cultura, sino también el maquillaje perfecto que han encontrado estas corporaciones que precisamente no son las mejores vistas por la gente, para mejorar estratégicamente su imagen a través del “apoyo” al arte y la cultura.


Que no se entienda esta crítica en un sentido personal contra los que trabajan para esta empresa o contra los que exponen en Telefónica, es simplemente un tema de conciencia; estoy convencido que en esta era post moderna, globalizada y local al mismo tiempo es necesario hacer acuerdos, concesiones y alianzas, pero considero que es muy importante no dejar de lado la ética y mucho menos dejar de ser consecuentes con lo que teorizamos; es necesario sentarnos a conversar y “negociar” pero en igualdad de condiciones, no es posible negociar con alguien que tiene el control y donde previsiblemente ya se sabe quien va a perder y quien va a ganar. Necesitamos saber con quién estamos negociando y qué estamos negociando.


En el país, en el caso de las mujeres golpeadas las autoridades proponen como primera medida o vía para resolver el problema, la llamada conciliación con el cónyuge, ¿?, es decir la víctima tiene que negociar con su agresor; sentarse, conversar y posiblemente llegar a una solución armónica para los dos, podría ser, ¿que la golpee en lugares menos visibles?.


Completamente absurdo.

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