Copio a continuación un fragmento del texto del crítico Jorge Villacorta Chávez, que hace algunas reflexiones sobre este artista y su obra; además copio el propio texto de Luís Arbulú Alva.
En su nueva serie de pinturas, Luís Arbulú Alva permanece fiel a la indagación en lo que podríamos llamar principios surrealistas, pero sin ceñirse a ellos estrictamente. Su práctica de la pintura equilibra el azar con la plasmación voluntaria, y al hacerlo revela su obra fidelidad: a la senda angosta que en soledad se interna, gradual pero firmemente, en la dimensión de la persona. Su obra introduce al observador en un espacio mental emparentado con aquel suscitado por la observación de texturas ambientales o manchas involuntarias en distintas superficies del lugar cotidiano, que se produce en el individuo que mira lo real, entregado a la ensoñación. Es bueno recordar que fue Leonardo da Vinci quien recomendó dicha contemplación privada en su “Tratado de
(…)
Este mundo de pintura promete la manifestación del ser, asumida cual raíz de presencia humana contenida en una práctica espiritual.
(Fragmento)
Jorge Villacorta Chávez
Lima, Julio de 2007
No hay una correlación de expresión gráfica entre el título de la muestra y las pinturas de la exposición
He querido simplemente resaltar y poner de manifiesto una compañía, una ausencia o una atmósfera viviente de tránsito en la soledad de mi taller ante la tela dispuesta a recibirme.
Esa es la expresión y no un contenido “angelical” de las pinturas. Estas son producto, en todo caso, de esa íntima conversación que singularmente todos tenemos a diario, pero que aquí, en la obra pictórica se realiza y concreta en un ambiente de plena intensidad, de contrastes, incluso de violaciones a determinados mensajes, pero que no hacen sino reafirmar el yo y su existencia real.
Luís Arbulú Alva
Fotos:
Foto 1: Pasión escondida. 150x
Foto 2: Amor Barroco 120 x
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